En el presente artículo académico más que escribir acerca de un tema jurídico de la actualidad o de relevancia, nos gustaría centrarnos en el aprendizaje del mismo dadas las circunstancias que son de conocimiento público. Como hemos aprendido desde nuestros inicios en el maravilloso mundo del derecho, este jamás es estático, siempre es cambiante y evoluciona junto con la sociedad, adaptándose a lo que esté presente en el medio. Una vez más quedó demostrado en la pandemia, cuando de la cotidianidad pasamos a lo nuevo, cuando de la presencialidad pasamos a la virtualidad y es en este último punto donde nos gustaría hacer hincapié, la virtualidad.
Estamos de acuerdo que fue un giro de 180 grados el pasar de lo normal a lo nuevo, y así también fue el cambio en la academia, las aulas de clases se convirtieron en plataformas digitales en las que una clase pasó a ser una reunión (ya sea por Zoom, Microsoft Teams, entre otras plataformas de trabajo), la inmediación con los docentes se perdió considerablemente, pero ¿Es justo mencionar todo lo negativo? No, para nada. Además de ver lo negativo deberíamos observar lo positivo (puede que sea poco, pero vale la pena destacarlo).
El volcarnos a la virtualidad conllevó a que aprendamos a emplear con mayor eficacia los medios digitales, quizás suene tonto decirlo, pero es verdad, quién hubiese imaginado hace dos años adquirir tal tipo de conocimiento durante el confinamiento. Además, es válido destacar las iniciativas de muchas páginas, cuentas, blogs, revistas online, canales de YouTube, entrevistas, seminarios y demás, dedicados a analizar el derecho desde una óptica innovadora, lo cual a coadyuvado, en lo posible, como complemento a las clases virtuales.
La introducción y el desarrollo de las tecnologías de información (TIC´S) abordan al mundo educativo universitario nuevos desafíos de crucial importancia que impulsan a asumir y disponer varias alternativas y respuestas. Dentro del siglo XX, el experto Silvio mencionó que las universidades de los países en desarrollo como Ecuador enfrentan el gran desafío de servir a una población de estudiantes cada vez superior, más diversificada culturalmente y socialmente, dentro de un nuevo ambiente social, más turbulento y dinámico.
Las responsabilidades que tienen los docentes al momento de afrontar un proceso de formación virtual, se plantean de la siguiente manera: primero, el diseño del currículum que corresponde al diseño general del curso, la redacción y la planificación de las actividades, la selección de contenidos y recursos que tienen a su disposición, los diseños de los recursos, entre otros. Segundo, tenemos la elaboración de contenidos que corresponde a la digitalización de todo tipo de información para la creación de materiales en múltiples formatos que incluye gráficos, textos, sonidos, animaciones, fragmentos de videos, entre otras, con la finalidad de ser didácticos y poder llegar al estudiante en esta nueva modalidad. Tercero, es de suma importancia realizar una evaluación al equipo de docentes, donde no solo debemos de evaluar el aprendizaje del estudiante, sino el proceso de participación y formación. Cuarto, el apoyo técnico requerido al principio de todo curso de modalidad online, dado que es fácil que ocurran problemas básicos en la configuración y operación de la tecnología que es necesaria para la comunicación. Las instituciones responsables deben de facilitar ésta ayuda técnica por los medios alternativos a los estudiantes.
Finalmente, la Educación Virtual en Educación Superior ha sido un tema de interés a nivel mundial, tanto así, que se incluyó como estrategias algunas iniciativas tales como: el plan e-Europa que fue aprobado por los ministros de la Unión Europea celebrado en la cumbre de Lisboa, cuya finalidad es desarrollar un marco europeo de contenido de educación digital donde se aproveche la diversidad cultural y creativa europea, para poner en marcha un estudio de viabilidad sobre una posible plataforma. Esto se debe por la crisis sanitaria, que ésta provocando una transición brusca y sin precedentes hacia el aprendizaje empleando el uso de la tecnología digital.
Por otro lado, tenemos el proyecto sobre la Educación Superior Virtual y a Distancia por parte del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe aprobado en el año 2002 y la Ley 30 del 20 de julio del 2006 que establece el Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación para el Mejoramiento de la Calidad de la Educación Universitaria (CONEAUPA) en la República de Panamá, donde se fija la importancia de la Educación Virtual como nueva modalidad de enseñanza-aprendizaje.
Referencias
Asociaciones de Educación a Distancia. (9 de junio de 2015). Obtenido de UNESCO: https://www2.uned.es/catedraunesco-ead/silviaalgarte/nacionales.htm
Bunge, M. (2000). La investigación científica: su estrategia y su filosofía. Buenos Aires : siglo veintiuno editores .
Plan de Acción de Educación Digital (2021-2027). Obtenido de: https://ec.europa.eu/education/education-in-the-eu/digital-education-action-plan_es